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El cuidado de los ojos es muy importante, normalmente seguimos rutinas diarias que nos ayudan a estar saludables por dentro y por fuera, sin embargo, muchas veces dejamos de lado nuestra salud ocular.
Los ojos son una parte fundamental en nuestro cuerpo y pueden ser propensos a sufrir enfermedades, algunas exclusivas de esté órgano y otras como manifestaciones de un problema más general. El cuidado diario de nuestra vista es la mejor manera de prevenir complicaciones.
Por este motivo, te compartimos algunos hábitos sencillos que puedes añadir a tu rutina de autocuidado para prevenir problemas visuales y así alargar la salud de tus ojos.
Es importante monitorear la salud de nuestros ojos, para eso debemos hacer revisiones médicas; es recomendable realizarlas cada año, el primer punto de contacto es la óptica, donde no solo nos ayudarán a evaluar qué tan bien podemos ver, sino también contribuirá a detectar enfermedades a las que nuestros ojos pueden ser propensos y en su caso canalizar con el médico oftalmólogo.
Dormir bien es fundamental, un descanso nocturno mínimo de 8 horas ayudará a que tus ojos se mantengan hidratados y frescos, listos para afrontar la jornada diaria, si notas cierta resequedad ocular por la mañana, puedes incluir gotas para lubricar tus ojos a tu rutina con la aprobación de tu oftalmólogo de confianza, es importante destacar que estas gotas no sustituyen el descanso nocturno.
Reposar la vista también será de gran apoyo para cuidar nuestra salud visual. Si trabajas con pantallas serás más propenso a tener irritación en los ojos y la mejor manera de evitarla es seguir la regla 20, 20: Cada 20 minutos apartar la vista del objeto que tengamos enfrente y observar a una distancia de 6 metros durante 20 segundos. Es un hábito sencillo que ayudará a contrarrestar la fatiga visual al terminar tu día.
Al realizar nuestras actividades cotidianas podemos pasar por alto lo que hacemos con nuestros ojos, aunque puede ser difícil, evitar tocarse los ojos con las manos sucias es la mejor manera de prevenir infecciones. Si algo entró en contacto con nuestros ojos lo mejor es lavarnos las manos antes de tocarlos. Si la zona en la que vives tiene altos niveles de contaminación, lo ideal es lavarte los ojos con agua al final del día. Si utilizas lentes de contacto debes tener más cuidado con este paso, ya que es primordial que laves tus manos antes de colocarlos y ser constante en cambiar la solución para evitar bacterias. Si sueles maquillar tus ojos es importante lavarse antes de dormir, para evitar que la acumulación del producto genere infecciones o bacterias.
Toma en cuenta la actividad que realizarás, así podrás elegir la luz adecuada para ello; si estarás usando dispositivos móviles, es recomendable usar luz blanca neutra, pero si estarás leyendo un libro procura usar luz amarilla; esto te ayudará a prevenir malas posturas como curvar nuestra columna para poder leer mejor. Lo más recomendable sería aprovechar la luz natural para realizar estas actividades durante el día.
Elegir nuestros alimentos también tendrá un impacto en nuestra salud visual a largo plazo. Ingerir alimentos procesados y con exceso de grasas saturadas está directamente relacionado con la aparición de trastornos visuales. Es de gran valor tener en cuenta que el consumo de alcohol y tabaco también puede afectar significativamente nuestra visión.
Sabemos que el ojo es un órgano muy sensible, por este motivo debemos tener en cuenta diferentes cuidados durante todo el año. Aunque durante el verano procuramos tener mayor protección mientras nos exponemos al sol, no debemos dejar estos cuidados durante el invierno.
Usar lentes solares en momentos donde las radiaciones solares son más intensas será de gran ayuda para seguir protegiéndonos de los rayos UV.
Seguir estos consejos y agregarlos a nuestra rutina diaria nos ayudará a conseguir que nuestros ojos mantengan una buena salud visual.
Fuente de información: Instituto oftalmológico Fernández Vega, Vistaláser oftalmología.